Funcionarios del más alto nivel de la FIFA habrían sido espiados durante al menos nueve años por Catar, con el fin de garantizar la celebración en ese país árabe del Mundial de Fútbol que comienza dentro de tres semanas, aseguró hoy un reportaje de investigación emitido por la televisión suiza.
El reportaje, del canal público en alemán SRF, aseguró que el emir de Catar, Tamin bin Hamad al Thani, estuvo directamente implicado en la operación de espionaje, ya que ordenó a antiguos espías de la CIA la obtención de listas detalladas de llamadas y mensajes por parte de miembros del comité ejecutivo de la FIFA.
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La operación pudo estar inicialmente dirigida contra las candidaturas rivales de Catar para acoger el Mundial de 2022 (EEUU, Japón, Australia y Corea del Sur) y más tarde para acallar las voces críticas con la elección del país del Golfo por sus supuestos abusos en materia de derechos laborales y humanos.
Según SRF, Catar utilizó para este espionaje la empresa estadounidense Global Risk Advisors, compuesta por antiguos colaboradores de los servicios secretos norteamericanos y dirigida por el antiguo espía de la CIA Kevin Chalker.
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Unos 66 agentes habrían participado en esta red en los cinco continentes, como parte de un acuerdo entre Catar y la firma de seguridad que pudo negociarse en Zúrich, ciudad donde se encuentra la sede de la FIFA, y que pudo costar 387 millones de dólares, siempre según la televisión pública suiza.
Las autoridades cataríes no han respondido a estas acusaciones, aunque el emir Al Thani ha denunciado una campaña de desprestigio contra su país en la recta final hacia la celebración del Mundial, primero que se disputará en una nación árabe.
Sin investigaciones
Por su parte, la Fiscalía de Zúrich, conocedora del posible espionaje desde el año 2012, decidió no abrir investigaciones y cerró definitivamente la posible causa en 2020, alegando falta de pruebas.